Ayer, me di cuenta de que el Universo es sabio. Observé que de manera constante, a lo largo del día, me estuvo ofreciendo pruebas. ¿Pero pruebas para qué? Pruebas para reafirmar quién soy, pruebas para aumentar mi autoestima, pruebas para encontrar mi camino, pruebas para superarme, pruebas para ser más creativo, pruebas para hacer mis sueños realidad.
Y al traer a mi conciencia esta observación, de igual manera me di cuenta de cuántas de estas pruebas elijo no superar diariamente: cuando no hago las cosas todo lo bien que podría, cuando pospongo lo urgente por pereza, cuando le quito importancia a lo que de verdad la tiene, cuando abandono mis expectativas por ver barreras que no existen.
Lo genial es que esas pruebas no están ahí en vano: están ahí para que APRENDAMOS. Lo triste, realmente, es dejarlas pasar de una manera improductiva. Yo hoy elegí enfocarme en estas pruebas, y elegí sentirme mejor a través de su consecución. Y ha funcionado. Mi experiencia me dice que escuchar y seguir las señales que el Universo nos manda siempre es positivo. El ejercicio difícil consiste en observarlas.
Te invito, pues, a que reflexiones: ¿qué pruebas has dejado pasar hoy? Recuerda que puedes utilizar TODO para avanzar.
3 comentarios:
Muchas, lo reconozco, pero también he adquirido el comprimiso de superar una muy difícil para mí.
Tengo muchas ganas de veros. Un abrazo muy fuuerte.
Si me permites, a lo mejor cojo esta entrada tuya para publicarla en mi blog porque me encanta...poniendo que es tuya, por supuesto!
Claro,tio,toda tuya! :)
Publicar un comentario