Hay un principio fundamental en la gestión del tiempo: La gestión de nuestro tiempo no se basa en gestionar nuestro tiempo, sino nuestra energía. Esto queda mucho más claro, además, si pensamos en términos de productividad: ¿cuántas veces has tardado en hacer, digamos, 3 horas, lo que podrías hacer en, digamos, 30 minutos porque llevabas cansado toda la semana, o quizás porque tu mente estaba "atascada"? ¿Y cuántas veces esta ha sido la causa por la que luego no has podido hacer algo que tenías pensado? ¿Y cuántas veces te ocurre esto a la semana?
Si en este punto has sentido una mínima curiosidad por el tema, te invito a echar un vistazo a la siguiente fórmula:
Productividad = F x M x EM x ESP
donde F = energía física, M = energía mental, EM = energía emocional y ESP = energía espiritual.
Esto es claro, al menos para mí, que contemplo una visión absolutamente holística del ser humano. Para ser realmente productivos, debemos saber que estos 4 factores son claves. Te invito a que cojas papel y boli y realices el curioso ejercicio que voy a proponer: Escribe cada una de las 4 energías, y al lado de cada una, escribe la puntuación que le darías a cada una de ellas, de 1 a 10, en este mismo instante. Párate a sentir, a observar cómo estás, sin juzgarte. Por ejemplo, si físicamente te notas energéticamente muy activo, quizás puntúes un 8, si te notas bajo de energía emocional (¿un mal día?), quizás te concedas un 3...hazlo ahora, si te parece interesante.
A continuación te propongo multiplicar la nota de tu energía física por la de tu energía mental, todo ello por la de tu energía emocional en este mismo instante, y por último, todo ello de nuevo multiplícalo por la puntuación que le has concedido a tu energía espiritual. ¿Qué resultado has obtenido? Compara ese resultado con el resultado óptimo:
10x10x10x10 = 10000
Mi puntuación, personalmente, me hace vaticinar que ahora mismo no podría ser muy productivo...bromas aparte, este ejercicio es muy útil para tomar conciencia sobre qué aspectos debemos mejorar en cada momento para que nuestra energía aumente, incrementando de esta forma nuestra productividad, y favoreciendo a la vez la gestión de ese tesoro fugaz tan preciado como es el tiempo.
Prestar atención a nuestras necesidades no es ninguna pérdida de tiempo, sino una auténtica inversión.
2 comentarios:
Interesante fórmula, la cual he calculado y podremos comentar mañana con calma. :D
Sin embargo, hoy estoy algo peleón y voy a disentir un poco si me lo permites. Aunque comparto la filosofía que esconde la entrada sobre la necesidad de tener un equilibrio emocional, físico, mental y espiritual para ser productivo. A la hora de gestionar el tiempo soy más partidario del saber decir NO.
El No es una palabra fantástica cuando se usa de forma acertada. Agobiados por la productividad, la competencia, las evaluaciones y la presión de nuestros jefes, muchas veces nos dejamos llevar por una inercia equivocada: aceptar todo lo que nos manden hacer.
Error y muy grave. Una de las principales formas de gestionar el tiempo es ser consciente de que no podemos hacer muchas cosas a la vez, y cuando por lo general hacemos más de una, los resultados pueden no ser muy óptimos. Para evitar esto, hay que saber decir NO.
Luego podremos establecer esa matriz 2x2 tan fabulosa entre lo importante y lo urgente. Y a lo mejor, algún día, incluso podremos delegar.
Así, sabiendo decir que NO, diferenciando lo importante de lo urgente y delegando correctamente, no ha de faltar tiempo para hacer nuestro trabajo de forma óptima.
Un saludo desde Madrid.
PD: Y otra vez te he dado una chapa de cuidado :D
Magnificio articulo Felipe!! Sigue con articulos como éste que estoy muy interesado en aprender más sobre este campo tan útil y tan desconocido.
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