lunes, 25 de mayo de 2009

Forrest Gump

Me gustaría dedicar esta entrada a una película que, además de ser entrañable y de haber recibido 6 Oscar, esconde un montón de mensajes y enseñanzas (si no la has visto, quizás quieras hacerlo antes de seguir leyendo).

Muchas veces nos creemos espectadores de nuestra propia vida, cayendo en el peor de los victimismos al afirmar "tengo muy mala suerte" o "él ha triunfado porque tiene mucha suerte". Forrest Gump es protagonista de su vida. Acepta sus limitaciones, pero también sus virtudes, y las explota al máximo. Gracias a la habilidad mostrada al correr, consigue fichar por el equipo de fútbol americano de su facultad, entrando más tarde en el ejército. Allí conoce a su amigo Bubba, a quien le hizo la promesa de crear juntos una empresa de gambas.

Durante la guerra de Vietnam, les tendieron una emboscada. Y él fue el único que se salvó, debido a que nunca dejó de correr. Y no sólo para huir. Teniendo en cuenta sus valores más arraigados, fue en búsqueda de todos sus compañeros heridos y los transladó a un sitio seguro. Esto le valió una condecoración honorífica.

Más tarde, decidió comprar un barco para pescar gambas, como le había prometido a su amigo Bubba, que había muerto en combate. Y un día se alejó tanto que fue el único superviviente de una catástrofe que destrozó todos los barcos pesqueros de la zona, por lo que ahora, sin competencia alguna, se convirtió en dueño y señor de la pesca de gambas, logrando crear una empresa que le convirtió en multimillonario. ¿Suerte? Puede que sí. Pero él siempre estuvo enfocado en sus objetivos, siempre sabía dónde quería ir.

Forrest Gump cuando corría, siempre miraba a sus zapatos y a dónde quería ir, y se ponía en marcha. Llegaba a donde se proponía. La clave de su éxito es que nunca dejó de actuar. Acción, acción, acción. De esta manera se van abriendo puertas, es entonces cuando hay que ser lo suficientemente inteligente como para reconocer por cuál debes pasar, cuál es la que te comunica con el camino que te lleva a tu objetivo.

Una vez escuché de alguien que "la suerte es un cruce de oportunidad y capacidad". Y yo no podría definirla mejor.

2 comentarios:

Adrián Polegre dijo...

Felipe, soy Adrián.

Sí que llevas tiempo con el Blog!!!

Ví que leíste El diario de Anne Frank... Tienes que ver entonces la película "DIARIOS DE LA CALLE" (http://es.wikipedia.org/wiki/Diarios_de_la_calle o http://www.labutaca.net/films/49/freedomwriters.htm). La protagoniza la que hizo Million Dolar Baby, y verás que te va a encantar. Algo así haremos algún día ;)

Sobre el blog, decirte que tu lectura es sencilla, directa, clara, transmites un objetivo claro. Me gusta.

Te felicito :)))

Un abrazo.

Feliun dijo...

Muchas gracias por tu feedback y tus recomendaciones,Adrian :)