Mucha gente vive planteándose qué hacer con su vida, ya que sienten que algo no encaja, algo está descolocado: esa gente no está dedicando sus esfuerzos a su pasión. Y en la gran mayoría de los casos, esto ocurre porque no sabemos cuál es esa pasión.
Pues bien, tras leer este artículo (muy recomendable si sabes inglés), quedé muy impresionado con algunas de las ideas expuestas. Lo que me pareció especialmente brillante fue el hecho de que normalmente, nos hacemos las preguntas equivocadas. Solemos preguntarnos ¿qué queremos en la vida? A lo que podemos contestar con cosas como tener una familia, un buen coche, trabajar en lo que nos gusta...es decir, contestamos obviedades. Eso lo quiere casi todo el mundo, no dice nada nuevo ni especial sobre ti.
La pregunta a platearse sería más bien: ¿Con qué disfrutas "sufriendo"? ¿Qué sacrificios haces "de buena gana"? Porque para conseguir algo en la vida, hay que sufrir, hay que pelearlo, hay que sudarlo. Y el problema es que, en la mayoría de los casos, queremos alcanzar de manera fácil objetivos que entrañan cierta dificultad, sin que tengamos que esforzarnos demasiado. Y el resultado, lógicamente, nunca llega. Pero lo que sí llega es la frustración.
Para que esto no ocurra, debemos aprender a entendernos, a descubrir qué nos motiva. A continuación ofrezco una serie de pasos sencillos que te pueden ayudar a descubrir dónde "no te cuesta" poner tu esfuerzo, porque tu motivación es tan alta que, en realidad, no te importa ni te supone un sacrificio especial. Descubre tus pasiones, y enfoca tus energías hacia esas actividades, porque te resultará gratificante comprobar que, al final, obtendrás buenos resultados con la motivación adecuada.
- Escucha el feedback de la gente. Alguna vez quizás te ha pasado que alguien te ha dicho cosas como: "¿pero cómo puedes hacer eso? ", "no entiendo cómo puedes madrugar para hacer eso", "estás echando horas a eso como un loco", "qué pereza me daría a mí hacer eso que tú haces". Cuando escuchamos frases como esas, en realidad estamos obteniendo un mensaje valiosísimo: la gente de nuestro alrededor piensa que, eso que nosotros hacemos con todas las ganas del mundo, en realidad supone un gran esfuerzo para el resto de las personas. Esto es una buena pista para concluir que esa actividad nos puede apasionar.
- Pregúntate ¿para qué?. Las preguntas son muy potentes. En este caso, encontrar un para qué a una actividad que te gusta, te permitirá descubrir tu motivación, aquello que te empujará adelante en los momentos malos, porque, más allá de la actividad en sí misma, comprenderás que existe un propósito mayor que te hace sentir bien, y eso te ayudará a continuar, incluso en los momentos menos favorables.
- Piensa con qué se te pasa el tiempo volando. Cuando hacemos algo que nos apasiona, tendemos a intentar superarnos, a ir más allá, a conseguir el siguiente nivel. Esto, junto a la capacidad que adquirimos con la práctica, hace que muchas veces, entremos en lo que se conoce como estado de flujo. Explicado brevemente, este estado sucede cuando nos metemos de lleno en una actividad. Tanto, que perdemos hasta la noción del tiempo. Es un momento de plenitud en el que no existe nada más que tú y esa actividad. Si lo que tienes en mente te hace sentir así de vez en cuando, puede ser un candidato a ser incluido en tu lista de pasiones.
En resumen, descubre si una actividad puede ser una de tus pasiones escuchando lo que los demás comentan sobre ella, preguntándote cuál es el propósito último para el que lo haces (¿para qué?), y observando si llevándola a cabo se te pasa el tiempo "volando".